Binéfar lucirá más que nunca esta Navidad. El próximo viernes, 3 de diciembre a las 18.00 h, el alcalde de Binéfar, Alfonso Adán, hará la cuenta atrás para el encendido de los 65.000 puntos led que se han repartido por las calles más céntricas y comerciales de la localidad. Al acto están invitados todos los niños de la localidad que quieran cantar unos villancicos acompañados por miembros de la Escuela Municipal de Música, así como todos los ciudadanos que deseen participar en este simbólico acto.
El encendido se hará junto al árbol luminoso de 9 metros de altura que se ha instalado en la plaza de España y que forma parte de la nueva iluminación navideña adquirida por el Ayuntamiento de Binéfar para sustituir la existente que, tras diez años de servicio, era insuficiente y algo obsoleta. El consistorio ha invertido 28.000 euros en las nuevas luces, todas con sistema led, que permiten una iluminación más eficiente en consumo energético y, por tanto, más sostenible al incorporar nuevas tecnologías. Además de los elementos repartidos por las calles y el citado árbol, también se han incorporado dos nuevos carteles luminosos de “Felices Fiestas” que se han instalado en las entradas a la población desde Lérida y Huesca.
Alfonso Adán explica que el Ayuntamiento ha acometido esta inversión “para hacer más sostenible la iluminación navideña en Binéfar, al tiempo que conseguimos abarcar más zonas de la localidad, acción que consideramos necesaria, sobre todo en estos momentos de incertidumbre sanitaria, para animar a las familias a celebrar estas fiestas, aunque con prudencia, y para apoyar al comercio local iluminando de forma especial las calles más céntricas”.
Además del centro urbano, la iluminación navideña se ha llevado a otras zonas de la localidad, como el Barrio Estación, plaza Portet, calle Industria y entorno de la plaza Hipólito Bitrián, que se suman a las que ya se venían iluminando. “Queremos extender en lo posible las luces de Navidad para que lleguen también a los barrios, de los que también nos acordamos”, concluye Alfonso Adán.